Nuestras cruces están talladas artesanalmente en madera de palo de rosa, una madera preciosa con vetas intensas y tonos cálidos que transmiten fuerza, elegancia y conexión con lo sagrado. Cada cruz lleva al centro un Cristo en plata 925, símbolo de fe, esperanza y protección, cuidadosamente colocado para resaltar el contraste entre la nobleza de la madera y el brillo de la plata.
Diseñadas para ser más que un accesorio: una pieza con significado, alma y herencia espiritual.
En xōmilli, cada cruz es una obra única, nacida del respeto por la tradición y el amor por lo auténtico.
(Cada pieza hecha a mano tarda unos días en mandarse por la elaboración del mismo)